¿Es posible cultivar un huerto cuando los recursos hídricos son escasos y se podría imponer el racionamiento de agua? Riegue responsablemente, plante con cuidado y seleccione variedades de frutas y verduras que sean resistentes a la sequía. Todas estas prácticas de jardinería sostenible requieren menos agua y ayudan a garantizar que su familia tenga acceso a una variedad de alimentos ricos en nutrientes.

Diez sencillos consejos en caso de sequía para reducir el consumo de agua en tu jardín y gestionar las restricciones.

1) Gestiona el momento de tu siembra

Plante más temprano en primavera y más tarde en otoño. Plantar más temprano en primavera aprovecha el clima cálido y reduce la exposición a altas temperaturas de mediados de verano. Plantar más tarde en el otoño minimiza el uso de agua adicional y aprovecha las lluvias estacionales para establecer las plantas. Por ejemplo, los tomates y otros cultivos de solanáceas como pimientos y berenjenas no deben plantarse hasta que la temperatura del suelo alcance los 13 ° C. Con una primavera cálida, podría ser tan pronto como a mediados de abril. Recuerde usar siempre un termómetro de suelo para obtener lecturas precisas de la temperatura del suelo.

2) El mantillo es obligatorio

Una capa de mantillo de 7 a 10 cm puede reducir los requisitos de riego hasta en un 50%. El mantillo reduce la evaporación del agua y mantiene bajas las temperaturas del suelo durante los calurosos meses de verano. Los recortes de hierba, las hojas secas, las agujas de pino, la paja y la corteza triturada son ejemplos de mantillo natural que se puede usar para cubrir el suelo. No se recomienda el heno porque contiene semillas, que producen malezas que pueden llegar a ser problemáticas.

3) Utilizar espacios delimitados

Los jardines plantados en espacios cerrados, como una cama de jardín elevada, retienen el agua mejor que los huertos plantados en campo abierto. Plante semillas y trasplantes en un patrón hexagonal “escalonado” en lugar de en filas rectas. Una disposición hexagonal agrupa las plantas más juntas, lo que proporciona sombra de las hojas, manteniendo el suelo fresco y el agua de evaporarse.

4) Promover el compañerismo

La siembra asociada es la práctica de agrupar cultivos para beneficio mutuo. El enfoque de las “tres hermanas” de plantar maíz, frijoles y calabaza juntos es el ejemplo perfecto de siembra asociada. Los tallos altos de maíz proporcionan soporte estructural para los frijoles trepadores, los frijoles devuelven nitrógeno al suelo y la calabaza se extiende por el suelo, actuando como mantillo y manteniendo el suelo fresco.

5) Optimizar el tiempo de riego

El mejor momento para regar su jardín es tarde en la noche y temprano en la mañana, generalmente a las 9 p.m. y 6 a.m. La temperatura más fresca de la mañana y el viento más bajo reducen las tasas de evaporación del agua.

6) Riegue de manera efectiva

El riego por encima de la cabeza con un sistema de aspersión no es tan efectivo como el riego por goteo. En comparación con los sistemas aéreos, los sistemas de goteo pueden reducir el consumo de agua a la mitad. Instale un sistema de riego por goteo agrupando plantas con requisitos de agua similares en una sola línea de riego por goteo. Los sistemas de riego por goteo son relativamente fáciles de instalar para la mayoría de los aficionados al bricolaje.

7) Controlar las malas hierbas

Las malezas molestas compiten por el precioso recurso del agua, pero también por el sol y los nutrientes del suelo en su jardín. Retire las malas hierbas antes de que tengan la oportunidad de florecer o propagarse.

8) Plantar cultivos resistentes a la sequía

Compre variedades de frutas y verduras que funcionen bien en climas cálidos y secos. Muchas variedades antiguas de las regiones mediterráneas son valoradas por su tolerancia a la sequía. Las variedades más pequeñas seleccionadas para contenedores a menudo producen un rendimiento más abundante por planta que las variedades estándar. Evite los cultivos que requieren demasiada agua. Las verduras que ahorran agua incluyen espárragos, acelgas, berenjenas, hojas de mostaza, pimientos, tomates roma y algunas variedades de fresas. Consulte con su vivero local para ver qué variedades se recomiendan para su localidad.

9) Gestione las necesidades de sus plantas caso por caso

Las frutas y verduras tienen períodos críticos de mayor demanda de agua. Para la mayoría de las plantas, una vez establecidas, los tiempos y cantidades de riego pueden reducirse hasta que comience el proceso de floración o cuajado (transformación del ovario de la flor al fruto). Es necesario reintroducir más agua durante este período. Después de este período inicial de cuajado de la fruta, el agua se puede reducir lentamente de nuevo. En algunos casos, reducir el agua puede mejorar los sabores de su cultivo (piense en tomates cultivados en seco).

10) Determina el tamaño de tu huerto

Determine la cantidad de frutas y verduras necesarias para alimentar a su familia, según el número de miembros. Si sobreprodujo y desperdició cultivos el año pasado, disminuya la cantidad de plantas este año. Establezca un intercambio de cultivos en su vecindario para que todos cultiven menos, pero aún tengan una amplia variedad de verduras y frutas para consumir.

¿Y tú? ¿Cuáles son sus consejos en tiempos de sequía?