Su belleza es, a priori, la razón principal por la que a todo el mundo le gustan estas plantas. Pero esa no es la única razón. Además de esto, sin embargo, las orquídeas son plantas que pueden verse afectadas por muchas enfermedades. Por lo tanto, saber qué son las enfermedades de las orquídeas es crucial para su correcto desarrollo.

Como la gran mayoría de las plantas, las enfermedades de las orquídeas tienen manifestaciones muy específicas en la planta. A pesar de todo, son plantas delicadas que pueden tardar en recuperarse de cualquier dolencia o enfermedad. Así que veamos cuál es la enfermedad de las orquídeas más común que debemos tener en cuenta. Y lo más importante, cómo cuidarla para seguir teniendo una planta fuerte y sana.

Orquídea, atacada por la pudrición de la raíz: si lo haces, volverá fuerte y saludable

Raíces podridas de orquídeas

Uno de los aspectos más importantes cuando se trata de enfermedades de orquídeas es que pueden ser causadas por la forma en que las cultivamos. El cuidado de las orquídeas implica un ambiente húmedo necesario para la prosperidad de estas maravillosas plantas. Sin embargo, es precisamente la humedad la que provoca un buen número de enfermedades que los aquejan. La clave es el equilibrio, es decir, poder darle a nuestra planta lo que necesita pero, siempre, con precaución para evitar daños colaterales.

A pesar de ser plantas tropicales, las orquídeas no necesitan altas temperaturas. Además, exponerlos a la humedad crea las condiciones ideales para el desarrollo de enfermedades. La mala aireación de las raíces o, incluso, un riego deficiente también pueden causar enfermedades de las plantas. En este artículo veremos qué hacer si nuestra orquídea muestra signos de pudrición de la raíz.

Raíces podridas, una de las enfermedades más comunes de las orquídeas, ¡esto es lo que debe hacer!

Pudrición de la raíz de la orquídea

Comencemos con lo que es, quizás, la principal causa de muerte de estas plantasLa pudrición de la raíz es una de las enfermedades más comunes de las orquídeas, y en la mayoría de los casos se debe a un riego deficiente. Y no solo nos referimos a la cantidad de agua, sino también a la herramienta utilizada para regarlas o incluso para tener un plato debajo de la olla con agua.

Las raíces podridas son raíces afectadas por hongos. Se manifiestan de una manera visualmente fácil de identificar. Su principal característica es que adquieren un tono marrón y pierden textura. En este caso es importante actuar lo antes posible. Esta enfermedad es muy grave y no siempre es posible salvar la planta. Los hongos producen esporas que viajan de una planta a otra, por lo que es esencial aislar la planta enferma si tiene otras en su hogar. Suele ocurrir porque la planta recibe demasiada agua o porque el sustrato no tiene un buen drenaje. Para evitar su propagación, debemos:

  • Retire las raíces podridas con tijeras previamente desinfectadas y completamente estériles
  • Si el avance de los hongos es importante, aplicar un fungicida en las raíces
  • Trasplante en un nuevo sustrato y maceta y con aireación adecuada
  • Deja de regar momentáneamente hasta que las raíces pierdan humedad